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¿Qué es la dependencia emocional?

  • Foto del escritor: Martín Castro
    Martín Castro
  • 19 dic 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 ene 2022

La dependencia emocional, un tema a la orden del día, es un mero patrón psicológico que incluye la necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida, temor a la separación de las personas, dificultades para tomar decisiones por sí mismos, dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación.
La dependencia emocional - Fuente : ABC
La persona que es dependiente se siente incómodo o desamparado cuando está solo, debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo y preocupación no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo, según indica Manuel Escudero, psicólogo clínico, en una información publicada en la página de su clínica Centro Manuel Escudero.
Aquellas personas que presentan dependencia emocional suelen tener o iniciar relaciones poco sanas y tienen sentimientos a veces excesivos, lo que hoy en día se llama “intenso”. Esto se desarrolla en base al temor de que la relación se acabe en algún momento. Estas personas son de todo menos egoístas, al revés, siempre anteponen los intereses de los demás al suyo y tienden a necesitar la aprobación externa para todo.

Dependencia emocional en la pareja

Dentro de una relación, cierto grado de dependencia es normal, aunque los psicolgoos prefieren llamarlo “responsabilidad emocional”.
En el caso de que esa dependencia llegue a crear un ambiente insano se debe tratar, ya que en ese momento se pierde el equilibrio de la relación y generalmente con el llega la falta de objetivos comunes y de crecimiento.

A lo que los especialistas se refieren con tener un cierto grado de dependencia sana es a tener en cuenta al otro, en pensar en los beneficios para ambos y no ser totalmente independiente, porque eso llevaría a un comportamiento egoísta y de igual manera acabaría siendo una relación disfuncional.
Sin embargo, si uno de los dos cónyuges tiene un alto grado de dependencia aparece el problema ya que la persona más “débil” puede sentirse inferior a su pareja sentimental y está dispuesta a obedecer a todo, incluso a fallarse a sí mismo.
Incluso se puede extraer la hipótesis de que las personas con alto grado de dependencia emocional eligen parejas contrarias a ellas; explotadoras, narcisistas, manipuladoras, poco empáticas y afectuosas, que creen poseer habilidades fuera de lo común y que parecen muy seguros de sí mismos.
Estas relaciones desequilibradas se pueden tornar poco saludables o incluso peligrosas con el paso del tiempo, ya que puede pasar que la persona dominante incremente su poder hasta tal punto de anular o incluso maltratar al dependiente.
En casos extremos, cuando la relación llega a un punto de maltrato físico o psicológico, el dependiente llega a soportar desprecios, humillaciones y está dispuesto a obedecer a todo lo que propone su pareja por el miedo a ser abandonado.

En ocasiones la persona afectada si es capaz de reconocer el maltrato que está sufriendo, pero su “amor” por esa persona de la que está enganchada es tal que no le permite dejarlo. Pero ahí no acaba el sufrimiento, porque si la persona es altamente dependiente, se puede crear un círculo vicioso de “idas y venidas” en el que la expareja continua con el trato abusivo y el afectado lo perdona a toda costa.
Esto afecta y gravemente a la persona dependiente, su autoestima acaba por el suelo y la salud física y mental es machacada constantemente con síntomas de ansiedad, depresión o pensamientos obsesivos, por ello, pese a estar con la persona que desean continúan teniendo un malestar y sufrimiento agónicos, y pese a ellos, se sienten incapaces de dejar la relación

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